
Llora la mariposa
13
– 09 - 2018
Llora
la mariposa
y
en cada lágrima que se pierde entre el rocío,
se
esconde un hondo suspiro,
un
¡ay! silencioso
por
un recuerdo que se ahoga entre las ondas.
Llora
la mariposa
y
en cada lágrima
brillan
los mudos ecos de un quejido.
Se
queda sin flores la mariposa,
bate
sus alas en vientos de furia y miedo,
no
hay flores en su paisaje
y
el rocío
ya
no contiene la humedad de los albores.
Su
última gota
pende
del afilado extremo de una brizna ya reseca.
Busca
la mariposa la incierta gota
donde
dejar reflejadas las galas de su vestido,
donde
llorar sus lágrimas de plata,
forjadas
en noches de abandono,
en
noches de confidencias con la luna,
en
horas de silencios y de frío,
frío
en el cuerpo y el alma,
frío
en el universo.
Llora
la mariposa bebiendo la última gota,
la
que pende de la brizna ya reseca
en
una aurora gris.
Un
rayo de sol se desliza entre las nubes,
hiende
esa última gota
y
escribe en ella el brillo de la esperanza,
y
busca la mariposa esa lágrima perdida,
bate
de nuevo sus alas,
busca
en la brisa los ecos olvidados
los
rumores grabados en las penumbras de otro tiempo,
y
vuelve a vestir sus galas,
y
viéndose en el espejo de aquella última gota,
seca
su última lágrima,
bate
sus alas al viento,
y
libre,
de
nuevo emprende su vuelo.
Francisco
Murcia.
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