
El otro
25
– 08 - 2019
Cuánto
me gustaría ser el otro,
ese
otro
que
abraza la sombra de tus pecados.
Siempre
ausente,
alejado
de tus noches,
de
tu cama y tus auroras,
y
sin embargo,
presente
en tus líquidos suspiros,
presente
en tus ojos
que
me buscan en penumbras
y
que pierden su mirada entre rendijas y sombras,
con
esa vana esperanza fatal
de
quien ya no espera nada
y
se agarra a la ilusión
de
un acaso inesperado.
Cómo
me gustaría ser el otro.
Incierto,
ubicuo,
apenas
una sospecha,
una
mirada extraviada en medio de un frío beso,
un
nombre oculto en silencios,
un
dios que alumbra tus sueños,
que
se apodera del alma cuando te piden el cuerpo.
Luz
astral de tu universo,
dulce
saliva de tus besos
cuando
humedecen la almohada,
salada
humedad de tus lágrimas
cuando
lloras hacia dentro,
polvo
incierto de penumbras
donde
gozas tus pecados.
Ser
el otro y no ser nada para nadie,
sin
embargo para ti
yo
sería tu universo.
Francisco
Murcia.
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