
Su pelo y mi corazón.
23
– 06 - 2018
Me
regaló su pelo alborotado,
me
regaló su mirada preñada de deseo,
me
regaló la fresa de sus labios y un suspiro
que
se quedó en el aire,
flotando,
entre
los ecos suaves de un anhelado “tequiero”.
Y
yo la tomé en mis manos,
y
acaricié sus cabellos,
hice
trenzas con mis dedos,
tomé
un beso de mis labios,
lo
convertí en mariposa
para
que fuera volando y se posara en su pecho.
Y
en mi pecho ella dejó
la
dulce miel de sus labios,
mientras
mis dedos trenzaban
las
matas de sus cabellos.
No
fueron las humedades rocíos de la alborada,
fue
una insólita avenida,
apasionadas
cascadas de delicias olvidadas,
lluvia
torrencial,
desvarío
alocado de prisioneros anhelos,
ígnea
lava de un volcán que yo ya creía extinto.
Y
me regaló su pelo,
y
me regaló sus rizos,
y
mirándome en sus ojos escrito vi un “tequiero”.
Un
requiebro delicado dejé firmado en sus labios
y
dibujé en el vacío pétalos de rosa y alas,
y
ella dibujó en mi piel el mapa de una promesa,
el
perfil de un corazón
y
las letras de un “tequiero” tatuadas en mi espalda.
Y
me regló su pelo,
y
le dí mi corazón.
Francisco
Murcia.
Precioso poema compañero. Un saludito desde Tenerife.
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