Ya no
importa que estés lejos.
8 – 08 - 2018
No,
ya no importa que estés lejos,
no importa que cierres tu ventana a los vientos de
tus miedos,
Ahora ya no importa,
ahora tengo tus aromas
y tengo tus secretos escritos en mi piel
y en la tuya escrito está
el mapa de mis deseos.
Ya nunca estarás lejos,
tan lejos
que no te pueda alcanzar el calor de mis recuerdos,
tan lejos
que no perciba tus huellas,
tan lejos
que no me traiga la aurora los reflejos de tu pelo,
que no perciba en la brisa los aromas de tu cuerpo.
“Siempre” es una palabra extraña,
nace con grandiosas pretensiones,
y queda ahí,
susurrada,
en ese pequeño espacio entre mi boca y tu oído.
Tú coges esa palabra,
la escribes en tu mirada
y viéndote en mis pupilas,
firmas con ella en mi espalda la eternidad de un
“tequiero”.
Ya ves,
“siempre” nació con la explosión de un deseo,
creció con el éxtasis de un sueño,
cabalgó por los segundos
de un tiempo que tomamos como nuestro,
paseó su eternidad por la cima de los versos
y al final, ya ves,
ese siempre que firmó nuestra mirada y tu beso,
se esfumó,
quedó colgado del viento jugando con nuestros miedos.
Pero no importa,
ese “siempre” estará ahí,
esperando a que abras la ventana,
y cuando la abras,
se posará en tus oídos susurrando:
Ya ves, yo nunca me fui de aquí,
porque creí en tu “siempre”,
porque el mío era eterno y en él escribí tu nombre
y en tu nombre dibujé
la eternidad de un deseo.
Francisco Murcia.
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