
La vida en el primer baile
16 -
04 - 2018
Araño
la superficie de mis recuerdos,
buscando
una vida que se me ha perdido,
no
sé dónde la dejé,
no
me acuerdo en qué piedra del camino
me
senté a descansar
y la
dejé olvidada.
Demasiado
polvo,
demasiado
ruido,
demasiada
espuma en un río sin agua,
demasiadas
palabras que se lleva el viento.
Marcho
en pos del silencio deseado,
y
ahí, en silencio,
en
medio de tanto ruido,
quedé
mi vida olvidada.
Busco
y rebusco entre las horas perdidas,
entre
los días vacíos,
entre
los rotos del tiempo,
aquel
recuerdo perdido
donde
encontrar la mirada inocente
de
aquella primera niña que en la fiesta
bailó
una pieza conmigo.
Ya
soy viejo y no lo recuerdo bien,
pero
aun huelo los aromas
de
aquella niña inocente a la que le di mi vida,
aquella
ingenua vida cuando aún solo era un niño
y
soñaba con estrellas, y la luna,
la
luna era confidente de mis amores secretos.
Era
una vida inocente y la perdí en el camino,
yo
se la di a aquella niña,
ella
me dio la suya y la llevaba conmigo.
Pero
perdí aquella vida como he perdido la mía,
al enterrar la inocencia de aquel niño que yo
fui.
Hoy
ya no creo en los piratas ni me van los Reyes Magos,
se
despeñan mis recuerdos en simas inescrutables
y
sigo viendo a la niña,
aquella
del primer baile,
a la
que le di mi vida
cuando
aún solo era un niño.
Francisco
Murcia
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