El silencio es el sepulcro donde se entierra el amor.
Esperando
una sonrisa.
3 - 09 - 2017
Yo esperaba una sonrisa,
y tanto tiempo esperé
que me olvidé de mi mismo,
que dejé de sonreír,
y ahí me quedé esperando,
esperando una sonrisa
que no sé dónde perdí.
Yo esperaba una mirada,
y esperé mirando al cielo,
por ser el cielo tus ojos,
y por eso te perdí:
porque yo no supe ver
que el cielo que yo buscaba
pintado estaba ante mí.
Yo esperaba ese susurro
de dulce complicidad
en las horas de penumbra,
y esperando te perdí,
por no susurrar mi amor
acariciando tu oído
en noches claras de luna.
No supe mirar tu risa,
ni supe mirar tus ojos,
ni supe ver ese cielo
reflejado en tu carita.
Esperando ese susurro
entre sábana y penumbras,
se sucedieron las noches,
se sucedieron los días.
Y sucedió que mi espera
no supo ver la agonía
que se pintaba en tu rostro,
pues tú también esperabas
por ver en mi una sonrisa,
por escuchar un susurro,
por mirarte en mis pupilas,
que se perdían buscando
en lugar equivocado
el paisaje de un azul
donde creyó ver tus ojos.
Esperándose uno al otro
consumimos nuestros días,
consumimos nuestras horas
en una absurda agonía,
yo en un cielo equivocado,
tú entre las sábanas frías.
Y cansados de esperarnos,
perdimos toda esperanza
y nos dijimos adiós,
en busca de nuevas vidas.
Francisco Murcia
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