lunes, 26 de marzo de 2018

Me he hecho mayor



Resultado de imagen de ABUELOS FOTOS

Me he hecho mayor
25 - 03 - 2018

Me he encontrado perdido tantas veces, no perdido en el paisaje, no; los mismos árboles, los mismos caminos y las lomas, allá lejos, las mismas de siempre; hasta las nubes parecen ser las mismas aunque se repitan en vaporosas formas diferentes, pero el cielo por el que navegan es el mismo y los mismos son los rayos de sol que, como pinceles celestes, las pintan de luminosos naranjas, rojos o amarillos, anunciando la alborada o despidiendo el día en  incomparables ocasos. ¿Por qué, entonces, digo yo que estoy perdido cuando el paisaje es el mismo? Muchas veces me he hecho esta pregunta: ¿Por qué me siento perdido si me veo en el paisaje del que soy un elemento, un  motivo, una pincelada más en el marco de ese cuadro? Y solo tengo una respuesta: estoy perdido porque no encuentro mis sueños, estoy perdido porque son mis noches vacías, estoy perdido porque he dejado de creer en los cuentos, porque he dejado de ser niño y ya no creo en el ogro y tampoco en Pulgarcito. No creo en los Reyes Magos. Me dijeron de chiquito que esos reyes no existían, y aunque tuviera mis dudas porque nunca hubo regalos que llagaran hasta mi, me gustaba imaginarlos con sus coronas y capas, sus camellos y sus sacos repletos de chucherías, y aquella estrella brillante marcándoles el camino en medio de un gran desierto y de una noche muy oscura en la que solo brillaba la estrella que los guiaba.

Sí, ya sé que es una tontería, pero me gustaba. Al menos existía un mundo aunque fuera imaginado, donde poder escapar de las inclemencias de este. En ese mundo no hacía frío, no había que cargar la leña en las espaldas de niños, y no existía el sempiterno tocino con un rebojo de pan duro del que sobró anteayer. En ese mundo se encuentran las hadas y los príncipes valientes que luchan contra los malos.

Hoy soy mayor, y sé que ese mundo no existe, pero cuánto lo añoro, ¡Dios mío! Lo añoro porque creí en la bondad de los héroes, del Capitán Trueno, del Príncipe Valiente y de aquel gran Jeque Blanco. Pero me hice mayor, y sería una locura seguir creyendo en esos tres Reyes Magos, El Llanero Solitario o El Zorro con su antifaz impartiendo la justicia que no veo en ningún lado. Sí, me hice mayor y hube de transigir con taimados malandrines que, vestidos de corbatas y pulcras camisas blancas, engañan, mienten y roban, exprimen la sociedad hasta sus mismas entrañas. Sin embargo ya lo ven, si por casualidad invoco la justicia de los cuentos, me gritan que yo estoy loco, que no rijo, que huyó de mi la cordura y que en reclusión mayor debo permanecer por bien de la sociedad, para quien soy un peligro, porque me he hecho mayor y sigo creyendo en los sueños, aquellos que me inventé cuando apenas era un niño que le gustaba volar y dejar su cuerpo tumbado en un mísero gergón.

Ahora comprenderán por qué al hacerme mayor me he sentido tan perdido: porque al dejar de ser niño, se me perdieron los sueños, y los malos de los cuentos dejaron de ser mentira, se vistieron con corbatas y pulcras camisas blancas, y ahora no hay quien los distinga, pues no enseñan la patita por una estrecha rendija, y si les abres la puerta, te engullen sin darte cuenta.

Francisco Murcia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Oh, las palabras

  Oh, las palabras 20 – 10 – 2023   Las palabras bullen dentro de mi como fieras enjauladas, van y vienen, se vuelven y revuelve...