
Forastero
7
– 10 - 2018
Forastero
he sido casi siempre,
siempre
me he sentido forastero,
nunca
ha importado de donde viniera,
ni
nunca importó dónde fui;
siempre
fui forastero
de
simiente y de raíz.
Nací
en un lugar distante
que
apenas me vio crecer,
me
hizo sentir extranjero,
como
una brizna olvidada en un extraño jardín,
como
una hormiga perdida que se apartó de la hilera
y
huérfana,
deambula
por la vida sin saber a dónde ir.
¿Qué
vientos hincharon las velas que me trajeron aquí?
¿En
qué brisas navegaron tus aromas para llegar hasta mi?
Forastero
soy en tu puerta
y
en tu corazón, extranjero.
Así
soy yo de raíz:
forastero
en cualquier sitio,
extranjero
en tu sentir.
Y
sin embargo ya ves,
oso
llamar a tu puerta,
robarte
un hola cortés,
secuestrar
esas palabras escritas en tu mirada,
y
endulzar con tus aromas la brisa que me acaricia.
Porque
yo soy forastero
y
he de partir otra vez,
y
quiero cargar mi mochila con la miel de tu sonrisa,
con
la imagen de tu pelo,
con
el tacto de tu mano que he robado al saludarme,
con
el brillo de tus ojos y la ilusión de tu rostro.
He
de robarte los sueños para cargar mi mochila,
pues
sé que soy forastero
y
he de seguir el camino.
Tal
vez encuentre algún día ese paisaje anhelado
donde
no ser extranjero.
Francisco
Murcia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario