
Jorge Manrique decía que las vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir. En ese sentido, la vida es un tránsito. Hacerlo en soledad es triste y además no tiene sentido.
¿Qué son las vidas?
Las vidas son…
¿Qué son las vidas? me pregunto,
cuando se viven sin unos ojos que reflejen tus
pupilas,
sin una palabra que rompa los silencios,
sin una brisa que traiga los efluvios de otras vidas,
sin unos oídos que escuchen el vibrato acelerado
de esa sinfonía universal que modula los vientos
en altas cimas nevadas de colosales montañas,
sin la caricia de la brisa a la orilla de una playa,
sin la terrible galerna que agita la marejada,
ni el rumor de la enramada en la alameda,
que conversa con el río al paso quedo del agua.
Las vidas son…
¿Qué son las vidas?
Al final solo es deambular,
de arriba abajo, de abajo arriba sin dar sentido a
tus pasos,
y perder tantas miradas de gentes indiferentes
que derrochan sus minutos en soliloquios callados,
en apagados ecos de fuego que nos consumen por
dentro,
por no salir del ahogo de ese oscuro y sucio cieno,
por no decir:
-Oiga amigo, ¿le importa que acompañe su paseo?
–Qué peinado tan hermoso y que hermoso plateado,
que bonita luce Vd. paseando por la rambla-
-Está loco-, se dirían,
sin embargo lo que busco es dar sentido a la vida,
escuchar los ecos de otras vidas y otros cuerpos,
sentir el rumor suave de la brisa entre las ramas
y, si acaso, descubrir
esa mirada perdida que busca sin darse cuenta
la rama donde agarrarse,
con la que seguir flotando en el río de la vida,
el detalle cotidiano, anodino,
que nos mantiene flotando en la corriente hacia el
mar,
que es el morir,
perdiendo a nuestras espaldas las huellas que ya no
vemos.
Las vidas son…
¿Qué son las vidas? me pregunto,
Mientras, sentado en un banco,
contemplo a los paseantes con toda su vida a cuestas,
con sus vacías miradas, sin esperar a escuchar
los ecos de tanta gente que van y vienen con prisa.
Me pregunto dónde irán,
y me imagino los ecos de cuitas y de agonías
y recuerdo que mis prisas fueron muchas y a
destiempo,
que tal vez sin darme cuenta derroché tantos minutos,
que estoy al final del río donde se acaba la vida
sin llegar a comprender los motivos del destino
que me hizo nacer primero
para morirme después.
¿Qué son las vidas?
Solo tengo una respuesta:
-Sí, al final son solo eso,
un paréntesis del tiempo en su eterno devenir.
Francisco Murcia
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