
Sonetos
para un adiós.
Mi
eternidad en tu pelo
Soneto libre III
7 – 11 - 2018
Hubo un momento en tus ojos que el tiempo se paró 
y el infinito quedó prendido en tu mirada. 
Mis ojos escribieron en los tuyos una promesa,  
tus labios trémulos la firmaron y los míos 
rubricaron en los tuyos esa firma. 
Tu eres dueña de mi tiempo, te dije, 
y te regalé mis días y te regalé mis años. 
Como prenda, comprimí mi eternidad, 
la trencé en los bucles de tu pelo y la tendí 
para que tú te acostaras en ella. 
Tú me diste de la tuya un momento equivocado, 
un momento que tú creíste eterno y me ofreciste, 
comprimido, tu tiempo en el cuenco de tus manos, 
pero soltaste tu pelo y perdí mi eternidad.
Francisco Murcia
 
Los recursos de las metáforas, Francisco, están claramente identificados (claves de fácil acceso). Desde siempre el amor-amistad, se funden en esos abrazos como pétalos y/o rosarios nacarados, pero el final llega (no igual para todos) y es cuando la idealidad se funde en ese otro abrazo, desventura-infelicidad y, sólo nos quedan los versos para cantarlos, y/o en su defecto, esa añoranza (a modo de grito sordo) mientras destrenzamos los bucles...
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