Nuevos
sueños.
18 – 11 - 2018
A veces creo que carezco de herramientas para
construir ilusiones,
que las nubes de los sueños ya no existen en mi
cielo,
que cuando cierro los ojos en medio de la penumbra,
no existen halos difusos que me anuncien tu figura.
A veces creo que me han dejado desierto las fuentes
de mis anhelos,
y vaga mi alma perdida entre fantasmas de ayer
y el hoy convexo y vacío donde moran los olvidos.
Hoy ya es un hoy sin sentido,
un universo vacío donde se pierden mis gritos.
Es pura melancolía,
son las lágrimas del alma que se mira
ante el espejo de las gotas de rocío
y siente pena de sí misma,
porque se siente perdida,
porque mira al infinito y no distingue sus sueños.
Porque ya no sueña,
¡Oh Dios, ya no sueña!
Ya esas cómplices penumbras que perfilaban su imagen
son simas negras y oscuras,
son terribles hendiduras que ahogan toda esperanza.
A veces creo que me falta fuerza,
que me hundo sin remedio,
que ya no habrá más ocasos ni amaneceres radiantes,
que las gotas de rocío habrán perdido su brillo,
y las noches se habrán quedado sin luna., sin
luceros,
que ya no habrá confidentes a quien contarle mis
penas.
Amanece un nuevo día y vuelve a salir el sol,
brilla la aurora radiante que cubre de perlas el
campo,
y las gotas de rocío reflejan un paraíso.
Con las fuerzas renovadas escalando mis abismos,
emerjo de las penumbras,
escribo en el firmamento el nombre de la esperanza,
y trenzo nuevos ocasos para vivir nuevos sueños.
Francisco Murcia.