
Sonetos
para un adiós.
Cuando tú
abriste tus alas.
Soneto libre XXIX
30 – 12 - 2018
Siempre creí que las mariposas eran livianas,
casi casi, vaporosas, etéreas,
que su vuelo era errático, inseguro, sin rumbo
cierto,
arriba y abajo, a trompicones,
como buscando una flor donde posarse,
náufragos en la brisa buscando pétalos perdidos
que compartan los azares de una ruta sin destino.
Siempre creí que los de otoño eran brillos
inciertos, tornasolados y falsos,
patéticas remembranzas de primaveras pasadas,
hasta que llegaste tú con tus alas desplegadas.
Embelesado, los ocres de mis otoños brillaron
y alumbraron el triste esbozo de un sueño que estalló
como pompa de jabón al primer rayo de sol.
Francisco Murcia.
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