Sonetos para un adiós.
La sonrisa
de un adiós.
Soneto libre XXXVIII
22 – 07 - 2019
Desciendo los escalones de los afectos
cargando a mis espaldas fenecidas ilusiones.
Fueron nubes hermosas, vaporosas y livianas
que cabalgaban los cielos de mis noches
disputándole a la luna la esencia de mis secretos
y me regalaban sueños de mil auroras y ocasos,
y sembraban de esperanzas mis penumbras solitarias.
Siento que los peldaños que mis pasos sostuvieron
van cayendo en el olvido, se disuelven en el tiempo,
como disuelven
los ríos sus aguas en la inmensidad del mar
y en él desaparecen porque allí es el se acabar y el
morir.
Así mueren los afectos en las simas del olvido,
como mueren las aguas de los ríos que alimentaron las
rosas,
como muere una sonrisa herida por el filo de un adiós.
Francisco Murcia.
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