
La corriente del tiempo.
31
– 05 - 2020
Los
segundos fueron granos de polvo en la corriente del tiempo,
El
tiempo dispersó la sucesión de momentos y todo,
absolutamente
todo, se disolvió y se perdió en un vacío
donde
ya no quedan piedras donde grabar epitafios.
Una
brizna reseca es sólo eso,
el
fenecido testigo de una primavera que pasó,
el
vestigio que quedó de la sombra de una brisa,
de
la luz de una sonrisa que se apagó,
que
murió cuando olvidaste los cuentos
y
dejaste de ser niño.
Mana
el sudor en la frente mientras el sacho
crea
callos en las manos y los dedos
no
recuerdan primaveras ni los pétalos de rosas
que
entre penumbras soñabas.
Solo
escriben temblorosos el final,
mientras
el último otoño
barre
las últimas hojas y tu cuerpo yace
entre
cuatro muros blancos, y un techo,
blanco
y frío, como lápida de mármol,
te
contempla hierático en medio de los silencios.
El
tiempo ya solo es polvo, arena que lleva el viento.
En
cada grano un segundo y en cada segundo
un
llanto y una sonrisa, una mirada y un beso,
van
cayendo en el vacío donde ya no quedan piedras
donde
escribir epitafios, donde ya solo los muertos
escuchan
aquellos cuentos que te contaban de niño.
Francisco
Murcia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario