
Sonetos para un adiós.
Solitario
en el andén
Soneto libre XL 7 – 08 - 2019
Solitario en el andén de trenes abandonados,
contemplo el paisaje desolado de mis días,
y espero un no sé qué, un no sé cuándo,
un algo que me diga que estoy vivo.
De pronto, el tremolar de tu pelo azotado por el
viento,
abre las puertas del cielo,
y me alejo del andén de trenes abandonados.
Cogidos de la mano salimos de la estación,
y devoramos las mieles que nos ofreció el ocaso.
Con mil besos dibujamos la penumbra y otros mil,
que guardaron los secretos de la noche,
enhebrados se quedaron en tu pelo,
trenzando los susurros de un adiós
escrito en aquel pañuelo que perdiste en el andén.
Francisco Murcia
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