
Dejé la corbata
12/04/2019
Dejé
la corbata,
dejé
de afeitarme,
ni
el peine pasaba por mi ralo pelo,
ya
no te importaba que llevara barba,
que
no me afeitara,
que
yo te mirara
ansiando
unos ojos que ya no eran míos,
se
habían perdido
en
un horizonte lejano y vacío.
Dejé
de escucharte porque no me hablabas,
dejé
de mirarte porque no veías
mis
lágrimas tristes anegar mi cara.
Dejaste
de ser la luz de mis sueños,
y
ya no me acuerdo del último beso,
del
último arrullo,
del
quedo siseo del aire en tu pecho.
Y
ya no recuerdo
de
cómo mis dedos peinaban tu pelo,
de
cuánto añoré un simple “tequiero”.
Aquí
yazgo muerto
después
de negarme el último beso.
No
llevo corbata,
tampoco
me afeito,
y
apenas me lavo un poco la cara
de
lágrimas tristes que aún siguen corriendo.
No
busco otros ojos,
no
quiero otros labios,
no
espero “tequieros” de pechos hastiados.
Tan
solo el silencio,
el
dulce recuerdo del beso en el prado
y
aquellos reflejos
que
pintó en tus ojos el más bello ocaso.
Francisco
Murcia.
Si no te arreglas menos va a volver jejeje. Muy buena poesía
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