Más allá del cuerpo.
12
– 05 – 2016
Sabes,
quiero
subir contigo a las estrellas,
que
me cojas de la mano,
y
juntos,
abandonar
este suelo que nos tiene aprisionados,
esclavos
de nuestros cuerpos,
en
estas sillas postrados.
Quiero
que vengas conmigo más allá de las estrellas
donde
el cuerpo ya no cuenta,
solo
cuenta el universo al que estamos destinados.
Quiero
que vengas conmigo
y
dejemos este cuerpo que nos tiene encarcelados.
Veo
mi cielo en tus ojos
mientras
maldigo este cuerpo que el destino nos ha dado.
Pero
yo no quiero eso,
yo
no te quiero así,
quiero
acariciar tu mano mientras miro a las estrellas.
Veo
como tu cuerpo se apaga,
tus
miembros retorcidos y la fatiga en tu pecho.
Pero
en ese cuerpo extraño,
transido
por mil dolores,
estás
tú,
y
ese tú no son tus piernas,
sarmientos
deshojados que yacen casi sin vida,
ni
tus brazos
ni
tu pecho que respira fatigado.
Yo
te quiero a ti,
a
la que está a punto de partir de esta terrible morada.
quiero
que nuestras almas partan juntas,
y
cogidas de la mano,
preguntarle
al creador por qué nos dio este cuerpo,
el
motivo,
la
razón de tantísimo dolor.
Una
nube oculta el sol en el lejano horizonte,
mientras
dos manos se tocan,
mientras
dos almas se funden con un amor infinito.
Ya
no sienten el dolor,
ya
sus cuerpos se quedaron en esas sillas postrados.
Entonces,
al
unísono comprenden para qué fueron creados,
para
amarse con el alma,
y
fundirse en uno los dos por toda la eternidad.
Francisco
Murcia