
Sonetos
para un adiós.
Hasta luego
Soneto libre XLVII 11 – 10 - 2019
Sabes, estoy llegando al final de mi propósito,
cincuenta sonetos para un adiós,
cincuenta lamentos por la ausencia de un “tequiero”,
cincuenta arrepentimientos y cincuenta mil requiebros
que en mi soledad de alcoba he susurrado
en tu oído, aunque te encuentres muy lejos.
Llegaré al final quizás con un hasta luego,
porque el adiós dicho así, en frío y a lo lejos
se me antoja aquel pañuelo que tremola en la estación
dejando un adiós en el aire, en el rostro una mueca
de dolor
y en los ojos la imagen de la esperanza que se aleja.
Tiene el adiós algo de absoluto algo de eterno
que me aterra, algo de oscuras tinieblas.
Por eso digo hasta luego por si acaso tú regresas.
Francisco Murcia